22 ago 2011

El penacho de Moctezuma

A ciertos austriacos les pareció interesante parte del trabajo que realicé en la maestría, esto junto con mi interés por retomar el estudio de viejos amores (lógica), me llevaron a considerar la posibilidad de trabajar en Verificación con un grupo de investigación en Austria. Después de pasar por un largo proceso de evaluaciones, entrevistas y un "largo periodo de silencio" (justificado), recibí una sorpresiva invitación para visitarlos. Por el "largo periodo de silencio" y por otra posibilidad que estaba a la puerta, había ya casi abandonado la idea de retomar mis viejos romances (he pasado los 2-3 últimos años de mi vida estudiando algoritmos distribuidos). Cuando llegó la invitación, me tomó tiempo dar una respuesta de si iría o no. Después de pensarlo largamente, me di cuenta que no tenía nada que perder y chance hasta me gustaba. Además de que se trataba de una bonita experiencia y me ayudaría a la vez a tener una idea de como es el trabajo de investigación en Europa. Embarcarse en un proyecto de investigación de 4+ años, es una decisión importante que requiere considerar todas las posibilidades etc, etc. Decidí entonces ir a TU Graz a ver que onda. El grupo de investigación cubriría todos los gastos.

El plan era el siguiente: salir de México el viernes por la noche, después del trabajo, para llegar el sábado por la tarde a Viena, tomar luego el tren que me llevara a Graz en la noche. El domingo exploraría la ciudad para localizar la universidad. El lúnes tendría el encuentro con el grupo de investigación y finalmente el martes saldría por la tarde de regreso a Viena para tomar el vuelo de vuelta a México. Era un viaje relámpago.


El plan salió casi perfecto hasta que llegué a Vienna. En mi camino a la estación de trenes decidí hacer una parada para caminar por las calles y tomar algunas fotos y buscar algo decente de comer. Me encontré que la ciudad estaba desierta (o eso me pareció), en sábado por la tarde todos los negocios estaban cerrados, no había ruido, y apenas logré ver uno que otro Austriaco caminando por ahí. Después de caminar mucho y convencerme que Viena era una ciudad deshabitada, decidí retomar el rumbo a la estación de trenes. Entonces, a lo lejos pude ver la parte mas alta de una iglesia que parecía digna de una fotos. Me dí cuenta entonces que Viena tiene mucha mas gente y vida, simplemente había caminado por las calles equivocadas. La iglesia que había visto era la Catedral de San Sebastian, considerada un símbolo de Austria. Pongo fotos. Me entretuve viendo el espectáculo de iluminación montado dentro de la misma. Llegué a la estación de trenes algo tarde, tan solo para darme cuenta que había llegado a la estación incorrecta (no sé porque pero todos los nombres me parecian todos iguales). Además el último tren a Graz ya había salido y no tenía ya caso intentar salir a Graz ese noche. Busqué un lugar donde pasar la noche. Esto no fue una tarea fácil pues al parecer no muchos austriacos hablan inglés y yo hablo nada de alemán, así que pedir indicaciones resultó algo complicado. Total, llegué a un hostal donde pude pasar la noche y encontrar una conexión a internet.

calles desiertas en Viena

Dentro de la catedral de San Sebastian

Resulta que en Europa las conexiones a la corriente de los aparatos electrónicos es totalmente distinto al usado en América (ver). Yo no lo sabía, por lo que no pude conectar mi laptop a ninguna toma de corriente y para rematar a la batería de mi laptop le quedaban solo 5 minutos... terminé viendo la final de la Champions en el "bar" del lugar, entre un montón de viajeros jóvenes (de distintas nacionalidades) que no se cansaban de gritar "barca! barca" y tomar cerveza. No estuvo tan mal, pues pude ver jugar al Chicharito (totalmente desconocido por esos rumbos al parecer). Ahí encontré a una jóven polaca que hablaba español (mejor que yo) con quien pude platicar largo rato, así no me resultó tan aburrido el partido en el que el Chicharito poco pudo hacer y el Barcelona confirmó ser el mejor equipo del mundo.

A las 5 am salí del hostal para tomar el tren a Graz. Creo que fue bueno que perdiera el tren el día anterior, pues las dos horas de viaje de Viena a Graz no son aburridas gracias a los bonitos paisajes que me hubiera perdido si viajaba por la noche. Pongo fotos. finalmente llegué a Graz. Creí que siendo Graz la segunda ciudad más grande de Austria y cuya principal población es de estudiantes, ese domingo estaría llena de actividad de estudiantes relajandose, lo que encontré fue totalmente distinto, pero de eso escribiré después.

Paisaje
Paisaje 2




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